Lo que ya era una noche amarga para los New York Mets, tras dejar escapar una ventaja de cuatro carreras ante los Dodgers de Los Ángeles, se convirtió en una verdadera pesadilla por una jugada absurda que permitió el empate en el octavo inning.
Con el marcador 5-4 a favor de los Mets en la parte baja del octavo, el relevista Reed Garrett parecía tener bajo control a Andy Pages, quien conectó un rodado sencillo hacia la antesala. Brett Baty, tercera base de los Mets, recogió la bola con tiempo suficiente, mientras el receptor de los Dodgers, Will Smith, rompía hacia el plato desde tercera base, en una jugada que debería haber resultado en un out claro.
Pero Baty lanzó la pelota al suelo al intentar enviarla al plato, y el receptor Francisco Álvarez no logró controlarla. Mientras la bola rebotaba en el aire, Álvarez y Garrett chocaron entre sí en una escena que parecía sacada de una comedia de los “Tres Chiflados”.
Si Álvarez no hubiera bloqueado accidentalmente a su propio lanzador mientras intentaba recuperar la bola, Smith probablemente habría sido eliminado. En cambio, logró anotar y empatar el juego.
Fue una de esas jugadas que recuerdan la época en que los Mets eran motivo de burla más que de respeto, a pesar de representar a uno de los mercados más grandes del béisbol. Bajo la dirección del propietario Steve Cohen, el equipo ha tratado de cambiar esa imagen, aunque jugadas como esta pueden ocurrirle a cualquier equipo.
El episodio empeoró aún más tres bateadores después, cuando el ex All-Star de los Mets, Michael Conforto, conectó un sencillo impulsor que dio la ventaja a los Dodgers.
Ese sencillo fue el primer hit de Conforto con un corredor en posición de anotar desde el 31 de marzo, durante el quinto partido de la temporada para los Dodgers. Además, fue su primer imparable con dos outs en todo lo que va del 2025. El jardinero firmó un contrato por un año y 17 millones de dólares para unirse al vigente campeón de la Serie Mundial, pero hasta ahora su rendimiento ha estado por debajo de lo esperado. Antes del juego del jueves, su línea ofensiva era de .167/.311/.270.
Con los Dodgers al frente, el mánager confió el cierre del noveno inning a Tanner Scott, una nueva adquisición que también ha enfrentado dificultades recientemente. Scott logró ponchar a dos rivales, permitió un sencillo, y finalmente cerró el juego obligando a Luisangel Acuña a batear un elevado.
Gracias a esta victoria, los Dodgers dividieron la serie de cuatro juegos frente a los Mets y se mantuvieron en el primer lugar de la División Oeste de la Liga Nacional con marca de 38-25. En lo que muchos consideran el tramo más difícil de su calendario —con series ante los Diamondbacks de Arizona, Guardians de Cleveland, Yankees de Nueva York y los propios Mets—, el equipo angelino logró un balance de 9-7, pese a contar con un cuerpo de lanzadores diezmado por lesiones.